lunes, 5 de abril de 2010

Curasán... y bolsa de putatitas.

No. No saltaba la noticia porque el párroco Toledano supiera donde le picaba, ni porque se gastara la paga en líneas telefónicas de alto coste o que practicara sexo on-line y frecuente con asiduidad los burdeles con mejor calidad-precio de la zona, no.
Ni siquiera salta por los 17.000 aurelios todo pago, que el cura de lujuriosos divertimentos se sufragara con las cuentas del arzoabispao aunando el patrocinio de los cofrades de la semana santa, a los que les parecía mucha libido para llevar menos de un año en el cargo, y sin organizar una cena. Tampoco.
El religioso acaba confesando, en el culto, que había cogido el dinero porque "le hacía falta para un asunto" sólo le faltó añadir "que tengo entre manos" y el pueblo espatarrao de la risa.
El problema no es que se creyera el rey del mambo, que lo era, que se creyera el dueño del chiringuito, que no lo era, que fuera el que movía el cotarro, que sí y cómo, o que supiera cómo iba el mamoneo, que por supuesto. El problema es que se creyera con carta blanca como para llegar a poner en e-bay un cadro del S.XVII para costearse sus confesiones on line o cojer mortadelos destinados a la procesión de Semana Santa (la que se iba a correr él).
Y por ahí no. Ahí tas pelín equivocao, en último caso el que corta el bacalao será el presidente de la empresa también conocido como el vicario de cristo o la junta de accionistas cardenalicios; los cuales ya pueden ir moviendo un fondo para deshacer el entuerto.Yo propongo un sistema de producción cerrado para solucionar tan peliagudo asunto, que absorvan a la avícola gijonesa para proveer a las monjas Clarisas y que no nos llueva unos años, después con el material acumulado, abrir una línea de producción de dulces y postres con las hermanas de clausura; y finalmente, poner a las monjas de la Cartuja a tres turnos pa coser mantillas y evitar el achicharre de tanta sequía.Tenemos la representación de la moral pa poner el grito en el cielo, ovejas negras del rebaño, todos, casos puntuales y excepcionales que se acumulan, cada vez, con más frecuencia. Tenemos el cielo ganao.
El arzoabispado asegura que repondrá el dinero y que hay que confiar en la oración y perdón divinos. Esto último se lo ahorren, porque para perlita final, siembran el manto de la duda no descartando que el eclesiástico en cuestión haya podido ser víctima de algún chantaje. Ya.
Si el clérigo es culpable por el Derecho Canónico que se joda, aquí que paguen lo que se deba y asunto solucionao.
Creo que las cofradías y hermandades

deberían ser algo más sensibles,

y solidarizarse un tanto con el cura.